Este día Doraemon me acompañó a la escuela. La gente me saluda en el tren y me sonríe al verlo, sobre todo los niños, que gritan "¡Dora chan!".
Al Sensei le gustaron las propuestas de joyería. Ahora voy a hacer los prototipos en papel. También fui a la tienda donde compré mis super lentes de sol. Como se les lastimó una pata, me dieron unos nuevos, subarashii!
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